viernes, 11 de julio de 2014

Bajo los brazos de Morfeo.

Eres lo más parecido a una ilusión que conozco; eres como una luna llena en el cielo oscuro de la noche, la estrella que más brilla de todo el firmamento.
Estás presente en todo lo que hago y en cada uno de mis pensamientos. ¿Cómo lo haces?
Las ganas de verte crecen de una forma un tanto vertiginosa. Has conseguido que todas las noches me acueste pensando en como sería abrazarte. Y es que tu sonrisa se ha convertido en mi droga, se ha vuelto necesaria.
Recuerdo perfectamente la primera vez que te vi. Ibas perfecto... aunque bueno, tú siempre lo estás. Llevabas un jersey verde que hacía juego y resaltaba el color de tus ojos. Me quedé aturdida la primera vez que me miraron y desde entonces... siempre me pierdo en ellos.
Nuestros encuentros suelen ser más que furtivos, pero suficientes para estar todo el día sonriendo por ellos y los recuerdos que dejan en mi.
Además, cada noche espero impaciente el momento idóneo para cerrar los ojos con una sonrisa.... sabiendo que entonces, sólo entonces, volveré a encontrarme contigo bajo los brazos de Morfeo.