domingo, 24 de mayo de 2015

Sabiendo que puedo perder más...mucho más.

Todo el mundo sabe lo que es el amor. Y todo el mundo lo asocia con felicidad. Amor. Felicidad. Sonrisas. Complicidad.
Mentira. Así, sin más.
El amor atonta. Y aunque haga verlo todo de color de rosas, ese color se va en el momento en el que esa persona desaparece del alcance de tu vista.
Es como si se parase el tiempo...mágico. Todo lo de alrededor desaparece cuando me cruzo con él. Como si mi mundo solo fuese él. Aunque en cierto modo así sea.
¿Qué por qué digo que el amor no es sinónimo de felicidad? Bueno, en realidad no pienso que no sea sinónimo...al menos no todo el tiempo.
Puede que sí, que cada vez que le vea y me encuentre con él, todo esto que os estoy contando pierda sentido. Incluso fundamento. Pero la verdad, es que me he acostumbrado a ello.
Siempre rompe mis esquemas, mis miedos, mis incertidumbres. Y es que cualquier obstáculo se convierte en un escalón más que subir para seguir avanzando si estoy a su lado.
Y sé que ahora mismo estaréis esperando un pero. Y así es, lo hay.
¿Qué cuál es el problema, el pero? Que sé que no me pertenece. Que sé que no tengo oportunidad alguna.Que sé que sus ojos no brillan de la misma manera que los míos cuando nos miramos. Y es la pura realidad. La pura y jodida realidad.
Siempre he solido estar a su lado. Compartiendo risas, sueños y fracasos. Apoyándole y apoyándome. Como si fuese mi flujo de fuerza, ¿entendéis?
Claro está, que antes, todo esto que tenía dentro era soportable. Más que soportable, era ignorable. Ahora ya no. Cada vez es un poquito menos.
Sus sonrisas se graban en mí como si de un hierro ardiendo sobre la piel de un vacuno se tratase. Sus abrazos los voy guardando en ese pequeño rincón, en ese pequeño baúl donde tengo el resto de la colección. Y sus miradas...cada vez me cuesta más y más mirarlas fijamente sin que mi cara se llene con una débil sonrisa.
Nunca me he atrevido a abrir esto que llevo escondido desde hace algún tiempo. ¿Por miedo? No. ¿Por inseguridad? Puede, pero no.
¿Sabéis cuál es la razón por la que aún mantengo esto en mi? Porque hasta el momento, hasta la fecha, aún no he conseguido verme reflejada en su mirada. Y no estoy dispuesta a tirar todo lo que tengo por la borda sabiendo que no voy a ganar, sabiendo que me voy a tirar al vacío sin red. Sabiendo que puedo perder más...mucho más.