miércoles, 12 de septiembre de 2012

#Los latidos siempre recuerdan que estamos vivos.

Noto los latidos de mi corazón bombeando en mi cabeza y me pregunto: ¿cómo puede seguir latiendo después de todo?
Su rotura se llevó consigo a sueños, esperanzas y metas. Cosas que intento ordenar de nuevo. Aunque con un gran esfuerzo...
Todas las fuerzas que tenía se esfumaron en un suspiro, en unas palabras quizá equivocadas y en las lágrimas que acto seguido cayeron por mi mejilla.
Intento buscar una respuesta a esa pregunta y siempre llego a la misma conclusión. Y es que cuando creemenos que no hay ningún motivo para seguir adelante y ser feliz, nuestro cuerpo nos recuerda que nos tenemos a nosotros mismos y que eso es motivo más que suficiente para sonreír.

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