lunes, 15 de septiembre de 2014

¿Para dar el gran salto?

Tengo 18 años y ahora es cuando más pequeña me siento. ¿Cómo es posible? De pronto todo me viene excesivamente grande. Quizá sean todos estos cambios tan repentinos que se avecinan. ¿No es acaso lo que yo quería? Entonces, ¿por qué me siento así?


Mi cabeza se asemeja a una de esas cocteleras  que hacen cada noche en uno de los tantos pub de la ciudad. Siento como si cada vez que la agitasen, el mundo dejase de tener un poco menos de sentido. Es como si cada hielo que se encuentra en su interior, de pronto se derritiese. Y que aquel agua que dejan en su lugar, llegue a alcanzar la magnitud de un océano. Un océano en el que no puedo evitar sentir que me estoy ahogando...


Sigo sin entenderlo. Sigo sin entender por qué lo único que deseo ahora es enterrar mi cara en mi almohada y, como incontables noches he hecho ya, sumar a su lista unas cuantas lágrimas más. ¿Realmente estoy preparada para dejarlo todo atrás? ¿Para dar el gran salto?


Siempre me asustaron los cambios... No controlar nada y sentirme perdida. Sencillamente odio esa sensación; al igual que odio lo desconocido.


¿Dónde demonios está esa sensación de júbilo de la que todo el mundo dice sentir cuando consigue algo que lleva meses intentando?
Si alguien encuentra la mía, decidle por favor que se haga hueco entre todo el miedo que siento (y que respiro) por cada uno de los poros de mi piel ahora mismo.

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