domingo, 28 de abril de 2013

Es todo tan extraño.

No recuerdo lo que hice ayer, ni antes de ayer. Apenas recuerdo como me llamo ni cuanto tiempo he estado dormida. No sé dónde me encuentro. Es todo tan extraño...
Entonces en mi cabeza empiezan a martillear recuerdos que pensé ya olvidado. Recuerdos de hará un par de años. Ahora estaréis confusos. Sin saber a que me refiero exactamente. Por eso intentaré forzar algo más mis recuerdos para poder sacar de ellos algo lo suficientemente coherente para que lo entendáis.
Era una mañana de primavera. Cuando me desperté tuve que volver a cerrar los ojos porque los tímidos rayos de sol que entraban por mi ventana me cegaban. Alzé la vista a mi mesita de noche para coger el teléfono como de costumbre. Fue entonces cuando mi corazón quiso salirse del pecho al ver que esa persona tan especial para mi, me invitaba a pasar una noche juntos de risas y baile. 
Esperé impaciente todo el día hasta que la noche cayó. Me puse todo lo guapa que pude y salí de casa con una de mis mejores sonrisas. Aquella noche comenzó nuestra histo... perdón... no puedo seguir hablando de esto... mis palabras me martillean la cabeza como si de agujas se tratasen.
Es ahora, cuando veo todo lo que duele esto cuando recuerdo el por qué estoy aquí y ahora. El por qué estoy atada a una cama de hospital y con el calmante lo suficientemente alto para no poder mover ni un solo músculo.
y os preguntaréis por qué, ¿verdad?. La otra noche, cuando esa persona especial salió de mi vida, lloré durante horas, me sentí inferior e...intenté hacer una locura.

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